
Gastronomía
Por supuesto, no podía faltar esta sección. No existe nada para conocer bien una región o cultura como conocer su gastronomía. Por eso queremos mostrarte los platos más típicos de toda la región de Tatry, productos regionales que nos encantan, sabores e incluso algunas de sus bebidas para pasar mejor el invierno. Esperamos que despierten vuestros sentidos y vengáis con ganas de probarlos todos.

Oscypek
Oscypek es un queso tradicional de leche de oveja, originario de los montes Tatry, especialmente de Zakopane. El más típico tiene una forma alargada y decorativa, y se ahúma en cabañas de pastor. Su sabor es salado y fuerte, y se suele servir caliente y a la parrilla, acompañado de mermelada de arándanos. Es un símbolo gastronómico de esta región montañosa.

Kwaśnica
Típica de Podhale, esta sopa se elabora con col fermentada (kapusta kisona) y costillas ahumadas. Tiene un sabor muy ácido y profundo, perfecto para el clima frío del sur de Polonia. Se sirve bien caliente, a menudo con patatas hervidas o pan negro. Es una de las sopas más representativas de la cocina de los Tatry.

Pierogi
Los pierogi son una pasta rellena, entre ravioli y empanadillas, cocidas y luego salteadas. Los rellenos más populares son de patata y queso (pierogi ruskie), carne, col con setas (mi favorita) o en su versión dulce con arándanos o ciruelas. Es uno de los platos más emblemáticos de toda Polonia. Se sirven con cebolla frita y a veces con bacón ahumado, mantequilla o crema agria.

Bigos
Conocido como el "estofado de los cazadores", combina col fermentada y fresca, diversas carnes, embutidos y setas. Se cocina lentamente durante horas o incluso días para intensificar su sabor. Es fuerte, sabroso y perfecto para los climas fríos. Muy popular en festividades y reuniones familiares. No puedes irte sin probarlo

Żurek
Sopa densa y ácida elaborada con harina de centeno fermentada. Se sirve caliente con salchicha blanca, patata y huevo duro. En su presentación tradicional se sirve dentro de un pan hueco. Su sabor característico viene de la fermentación natural. Es un plato reconfortante y muy tradicional, consumido especialmente en Pascua.

Gołąbki
Rollos de hojas de col rellenos con carne picada y arroz. Se cuecen en salsa de tomate o de setas y se sirven calientes. Es un plato humilde, de origen campesino, que hoy se encuentra en restaurantes y hogares por igual. Su preparación es laboriosa y se necesita tiempo, pero merece la pena.

Placki ziemniaczane
Tortitas crujientes de patata rallada, fritas hasta dorarse. Se pueden servir dulces con azúcar o saladas con kéfir, crema agria, gulasz o champiñones. Son rápidas de hacer y muy populares como almuerzo o cena ligera. En las montañas suelen acompañarse de gulasz.

Kiełbasa podhalańska
Una variedad regional de salchicha ahumada, típica del área de los Tatry. Se elabora artesanalmente con carne de cerdo, especias y a veces ajo. Se sirve cocida, frita, al horno o asada sobre fuego. Su sabor es intenso y ligeramente ahumado.

Bryndza podhalańska
Queso cremoso de leche de oveja, típico de Podhale, con Denominación de Origen. Su textura es untable y su sabor es ácido, salado e intenso. Se usa en rellenos, untado en pan o como ingrediente de platos típicos. Es una joya de la gastronomía pastoril polaca.

Barszcz czerwony
Sopa de remolacha de color rojo intenso. Se puede servir clara como consomé o más densa, con verduras o raviolis rellenos de setas. Tiene un sabor ligeramente dulce y ácido. Es habitual en Nochebuena y otras ocasiones especiales.

Flaki
Sopa de callos de res, muy especiada, espesa y sustanciosa. Aunque su ingrediente principal no es para todos, es muy popular entre los polacos. Suele llevar zanahoria y mejorana, y se acompaña con pan. Se considera un plato tradicional de resistencia. No se parece a nuestros tipicos callos a la madrileña.

Sernik
Pastel de queso polaco hecho con twaróg (queso blanco prensado). Es denso pero suave, a menudo aromatizado con vainilla o cáscara de naranja. Puede llevar pasas o una base de galletas. Se sirve en celebraciones y como postre cotidiano.

Makowiec
Rollo de masa de levadura relleno de semillas de amapola molidas, nueces, pasas y miel. Es un clásico navideño, aunque también se consume durante todo el año. El relleno es dulce, aromático y con textura granulada. Es uno de los postres más tradicionales del país.

Kotlet schabowy
Chuleta de cerdo empanada y frita, similar al schnitzel vienés. Se sirve con puré de patata y repollo en distintas formas. Es un plato cotidiano, presente en casi todos los hogares polacos. Simple, sabroso y siempre satisfactorio.

Rosół
Caldo claro de pollo o carne con verduras, especialmente zanahoria, y fideos finos. Es un clásico del domingo en la mesa polaca. Muy reconfortante, sirve como base para otras sopas. Ideal para combatir resfriados o como primer plato ligero.

Rolady
Rollos de carne de res rellenos con pepinillos, cebolla, panceta y mostaza. Se cocinan a fuego lento en salsa hasta quedar tiernos. Se acompañan con trigo sarraceno (kasza), patatas o albóndigas. Es un plato festivo y de herencia nobiliaria.

Śledzie w śmietanie
Arenques marinados en crema agria con cebolla y a veces manzana. Se sirve frío como aperitivo o entrada, sobre pan negro o patatas. Su sabor combina lo salado, ácido y cremoso. Es habitual en celebraciones religiosas y festivas.

Kopytka
Ñoquis de patata que se asemejan a “pezuñas” (de ahí el nombre). Se sirven con mantequilla, salsa de setas o azúcar y canela. Son un acompañamiento versátil y una comida en sí misma. Muy queridos por niños y adultos.

Moskole
Tortas de patata aplanadas cocidas sobre una plancha caliente, típicas de las montañas. Se sirven con mantequilla, ajo, bryndza o crema agria. Son sencillas pero muy sabrosas, perfectas tras una jornada de montaña. Representan la cocina rústica de los Tatry.

Pączki
Arenques marinados en crema agria con cebolla y a veces manzana. Se sirve frío como aperitivo o entrada, sobre pan negro o patatas. Su sabor combina lo salado, ácido y cremoso. Es habitual en celebraciones religiosas y festivas.

Golonka
Es el codillo de cerdo, cocido o asado, muy popular en Polonia. Se cocina lentamente hasta que la carne queda tierna y jugosa, con una piel crujiente cuando se hornea. Se sirve generalmente con chucrut, patatas o pan, y es un plato tradicionalmente acompañado de cerveza. Es ideal para un plato contundente y festivo.
