Kulig
El kulig es una de las tradiciones invernales más encantadoras de las montañas polacas. Se trata de un paseo en trineo tirado por caballos a través de paisajes nevados, normalmente acompañado de música regional, antorchas encendidas y muchas risas. Antiguamente, los kulig eran procesiones festivas de varios trineos que recorrían pueblos y caminos rurales como parte de celebraciones familiares o comunitarias. Hoy en día, vivir un kulig en Zakopane es una forma mágica de conectar con la cultura góral, rodeado de la naturaleza helada y el calor humano que la caracteriza.
Una experiencia mágica entre nieve y tradición
Imagínate avanzando lentamente entre bosques nevados, envuelto en mantas cálidas, mientras el sonido de los cascos de los caballos se mezcla con risas y canciones típicas. Así comienza un kulig, una experiencia que va mucho más allá de un simple paseo: es un viaje en el tiempo hacia las costumbres del viejo sur de Polonia, donde cada trineo lleva consigo el espíritu festivo de las montañas.
Música, fuego y sabores montañeses
Lo que hace especial al kulig no es solo el paisaje, sino la atmósfera que lo acompaña. Muchas veces, al final del recorrido se celebra una fogata al aire libre, con música folclórica en vivo, bailes improvisados y platos regionales como el oscypek (queso ahumado de oveja) o salchichas asadas al fuego. Es una forma única de vivir la cultura góral: auténtica, cálida y profundamente acogedora.
Una actividad para todos los viajeros
Ya sea en pareja, con amigos o en familia, el kulig es una actividad que encanta a todos. Los niños disfrutan del paseo como si estuvieran en una historia navideña, mientras los adultos se dejan llevar por la belleza del paisaje y la emoción del momento. En Zakopane, es una de las experiencias más recomendadas para completar cualquier escapada invernal.
