Senderismo

En verano, Zakopane se convierte en el punto de partida ideal para descubrir los senderos más bellos de los Montes Tatry. La nieve deja paso a praderas verdes, lagos cristalinos y cumbres majestuosas que invitan a explorar a pie. Ya sea que busques una caminata tranquila por los valles o un reto hasta lo alto de una cima, el senderismo aquí es mucho más que ejercicio: es respirar aire puro, encontrar paisajes de postal a cada paso y dejarse sorprender por la naturaleza salvaje y serena del parque nacional. Con rutas para todos los niveles y una señalización impecable, el verano en los Tatras es una invitación constante a caminar. Nosotros te dejamos algunas de las más importantes, pero aún hay otra infinidad de rutas que puedes conocer en el enlace de abajo.

Valle de Kościeliska: ruta familiar encantadora

Dolina Kościeliska es uno de los valles más bonitos y accesibles de los Tatras. Su sendero principal, casi llano, es ideal para familias, personas mayores o quienes buscan una caminata relajada entre bosques, formaciones rocosas y pequeñas cuevas. A lo largo del recorrido, hay refugios, zonas para pícnic y desvíos hacia grutas como Jaskinia Mroźna. Es una caminata fácil, de unas 2 a 3 horas ida y vuelta, perfecta para disfrutar del paisaje sin prisas.

Valle de Chochołowska: flores, refugios y rutas para todos

Dolina Chochołowska es el valle más largo de los Tatras polacos y una joya del senderismo estival. Su camino amplio y cómodo lo convierte en una opción ideal tanto para caminar como para ir en bicicleta o incluso con cochecito de bebé. En primavera se llena de Krokus morados, y en verano ofrece vistas abiertas, pastos con ovejas y acceso a rutas más exigentes desde el Refugio Chochołowska, como el ascenso a Grześ o Wołowiec.

Morskie Oko: el lago de postal que hay que visitar

La ruta al Morskie Oko, el lago más famoso de los Tatras, es una de las más transitadas en verano… ¡Y con razón! Aunque el camino es largo, 8 km de subida por carretera asfaltada desde Palenica Białczańska, la recompensa es un paisaje de cuento: un lago de aguas verdes rodeado de picos escarpados. Desde allí se pueden hacer rutas más avanzadas, como al Czarny Staw o incluso subir a Rysy, la cumbre más alta de Polonia. Es una ruta larga, pero perfectamente accesible para personas acostumbradas a la montaña y muy popular. ¡Importante!, hay que reservar parking o autobús con al menos dos días de antelación. Si no, la ruta tendrá que empezar desde otros puntos y se alargará varios kilómetros más.

Giewont: la cumbre símbolo de Zakopane

Giewont es uno de los picos más emblemáticos de la zona y una opción popular para senderistas con algo de experiencia. La ruta más tipica parte desde Kuźnice y pasa por el Valle Strążyska o Dolina Kondratowa. También se puede acceder por otras rutas algo menos frecuentadas como Dolina Małej Łaki cerca de Koscielisko. Aunque la parte final incluye cadenas y una subida algo más técnica, las vistas desde arriba compensan el esfuerzo. Es una montaña muy frecuentada, así que se recomienda comenzar temprano por las colas que se pueden formar en su parte final. Giewont es ideal para quienes buscan un reto sin necesidad de material técnico.

Rutas de cresta y vistas infinitas: Kasprowy Wierch y más allá

Para los que ya tienen algo de rodaje, subir a pie (o en teleférico) hasta Kasprowy Wierch y recorrer la cresta fronteriza entre Polonia y Eslovaquia es una experiencia inolvidable. Desde allí, se pueden realizar rutas hacia Świnica, Kozi Wierch o incluso conectar con Orla Perć (solo para senderistas experimentados). Estas rutas ofrecen paisajes alpinos, aire fresco y esa sensación de estar caminando sobre el mundo.